jueves, 2 de abril de 2009

Què volem? 2a Part

"Durante las vacaciones de verano, la universidad pidió la intervención de los antidisturbios, que desmontaron las barricadas y arrestaron a todos los estudiantes parapetados tras ellas. No era nada nuevo. En aquella época sucedía lo mismo en todas las universidades. Después de todo, la universidad no fue desalojada. Había demasiado capital invertido en ella para que una revuelta de estudiantes pudiera desmantelarla así como así. Además, ni siquiera los mismos estudiantes que habían levantado las barricadas pretendían desalojarla seriamente. Sólo pretendían cambiar el organigrama de la universidad, y a mí me traía sin cuidado en qué manos estaba el poder. Así que no me conmoví cuando aplastaron la huelga.
Cuando en septiembre volví a la universidad, esperaba encontrármela casi en ruinas. Pero estaba intacta. No habían saqueado los libros de la biblioteca, ni habían desvalijado los despachos de los profesores ni habían incendiado el edificio que alojaba la asociación de alumnos. Me quedé estupefacto. "¿Entonces que han estado haciendo estos tíos?", pensé.
Al volver a la normalidad, bajo la tutela de las fuerzas antidisturbios, los primeros en asistir a las clases eran los líderes de la huelga. Entraban en el aula, tomaban apuntes, respondían cuando los profesores pasaban lista como si nada hubiese sucedido. Era inconcebible, porque la huelga seguía en pie y nadie la había desconvocado. Lo único que había ocurrido era que la universidad había solicitado la presencia de las fuerzas antidisturbios y éstas habían desmontado las barricadas. Pero, en teoría, la huelga seguía activa. Aquellos tipos, al declarar el inicio de la huelga, habían aullado y se habían pavoneado tanto como habían querido, habían insultado a los estudiante que se oponían (o a los que manifestaban sus dudas), linchándolos casi. Me dirigí hacia ellos y les pregunté por qué asistían a clase en vez de hacer huelga. No supieron responderme. ¿Qué podían decir?. Temían perder los créditos por falta de asistencia. Me costó creérmelo. Era patético que aquellos tipos hubieran proclamado que desalojaran la universidad. Los muy miserables aullaban o susurraban según de qué lado soplaba el viento.
"¡Eh, Kizuki! ¡Ya ves que mierda de mundo", me dije. Los tipejos de esta calaña sacarán buenas notas, empezarán a trabajar e irán construyendo, ladrillo a ladrillo, una sociedad vil y mezquina."

Aquest es un fragment de l'obra de Haruki Murakami titulada Tokio Blues Norwegian Wood. Està ambientada al Japó dels anys 70 y explica la història d'un jove japonès.

He volgut copiar aquest fragment perquè em sembla molt significatiu en aquest moments de canvis a la universitat i com el caps dels moviments estudiantils porten la massa de gent cap a una banda o altra... Tard o d'hora s'han d'acceptar les regles del joc. En el nostre cas no es ben be així com han anat les coses.

Avui és el tercer dia de la "nova etapa" a l'assignatura de Teoria de l'educació II. A partir d'ara començarem una metodologia de classe molt diferent a la que hem fet fins ara. El treball en grup, el diàleg entre alumnes, tant es com li volem dir, assemblea, reunió... l'important serà tenir criteri per poder decidir, per prendre les decisions que volem amb un grau d'autonomia el més alt possible. Parlar entre nosaltres ens fa més iguals, construeix la identitat de grup, ens fa confiar en els altres, en la feina que fan els altres que servirà per a tothom.

Estic content de poder participar en aquest nou projecte. Crec que la idea es bona.

Tanmateix, tinc un sentiment de por envers la participació dels companys. Si deixa de venir gent a classe, tot això s'enssorra.

Fem UB.